Quien ama la vida, ama el Cine.

Quien ama la vida, ama el Cine.
El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

lunes, 23 de julio de 2012

Divinos Prodigios del Cine Mundial :

La Luz es para todos.

Al compás de una canción inolvidable, estos niños actores han logrado trascender en el conciente colectivo del espectador, con interpretaciones sobresalientes en películas de interés donde , o son protagonistas determinantes o simples puentes dramáticos que exteriorizan todos los conflictos de tramas sugerentes.
Hay en ellos, un amor evidente por el trabajo interpretativo pero también un sacrificio personal al rodar en lugares apartados de sus ciudades de origen, o en períodos de enseñanza escolar, donde han tenido que compatibilizar las clases con la actuación. Todos de algún modo, son capaces de trasladarnos a universos humanos en constante evolución, y nos permiten por las vías del drama, la comedia, la aventura, la acción y la fantasía, asumir que, la vida después de todo, no es tan cruel como parece.


Actores de Ocasión.


Bertille Nöel - Bruneau :
Hija de la Naturaleza.



Si bien, la actriz infantil francesa Bertille Nöel Bruneau, debutó en el melodrama "La petite chartreuse" ( 2005 ) como "Eva" una niña incapaz de relacionarse con otros debido a un trauma; su verdadera oportunidad de trascender en el ambiente cinematográfico, llegó con "Una Amistad Inolvidable" ( "Le Renard et L"Enfant", 2007 ) de Luc Jacquet, la producción de los mismos creadores del documental "La Marcha de los Pingüinos".
Bertille interpreta a una niñita entusiasmada en establecer vínculos estrechos de amistad, con una familia de zorros. 
Ella es una chica de la montaña. Sagaz, astuta, inquieta, traviesa y solitaria. 
Su padre trabaja todo el día, y su madre labora en tareas domésticas en su casa en la montaña.
Para matar el ocio, la niña sale un día a conocer la verdadera belleza de la Naturaleza. Con toda su fuerza primaveral, de colores encendidos, árboles palaciegos, flores silvestres, insectos y animalitos del bosque, le enseñarán a disfrutar de la compañía de una zorra. 
Al principio, urdirá un plan para acercársele, poco a poco, con la sabiduría de percibir que el animal actúa como un fugitivo salvaje lejano a los hombres, porque ellos se han encargado de exterminar su especie.
Entonces, la cámara se detiene en las acciones de la muchachita, por lograr el vínculo maestro. El rostro carismático de la pecosa chiquita, hará el resto.
A través de sus constantes esfuerzos, conoceremos los secretos de la domesticación animal. Y los riesgos que ello conlleva. 
También viviremos el cambio drástico de estaciones climáticas durante un año, pasando por todos los avatares de esta insólita amistad.
Desde la desconfianza a la travesura frugal; de la distancia a la cercanía humana, para subvertir la idea que todos los  humanos no tiene porque ser exterminadores de especies en estado natural.


"La Petite chartreuse" : el debut de la pequeña actriz.


Bertille con la actriz Marie-Joseé Croze de "Le petite charteuse".

"Una amistad Inolvidable" . el proceso de domesticación de un zorro.



El paisaje como elemento significante de la trama central de la película.



Bertille Nöel  se informa de la vida de los zorros en una enciclopedia.


Marie inspirando el arte digital en París.



Bertille pecosilla niña actriz, que asume el rol de su vida.



En el acercamiento al animal, los riesgos para ambos son trascendentes.


Bertille adora el mundo salvaje. Y lo demuestra frente a las cámaras. La chica goza con la astucia del zorro, cuando detecta que le espía a la distancia. Encaramada sobre un árbol, vivirá más de una sorpresa, que le devolverá la esperanza de lograr transformarla en su mascota preferida.
A riesgo de sortear los límites, intentando en vano acomodarla en su casa, con las consecuencias que se pueden esperar, de trasladarla de su habitat natural al encierro fortuito en su casa.
Casi sin diálogos, sólo utilizando el rostro de la niña y sus acciones, Luc Jacquet efectúa una maravillosa historia para recomponer el espíritu ecologista. Además, Bertille es significativamente expresiva. No sólo bonitilla.
Su rol es gravitante, por cuanto la trama que se nos cuenta en "off", asume la concepción del relato infantil, de moraleja edificante y de instructivo pedagógico. 
Bertille Nöel-Bruneau actúa con vehemencia. Y se le nota. La niña salta, corre, se desbanca; también es capaz de asombrarse con facilidad, reír y llorar con naturalidad encubierta. Pero también sabe transmitir empatía con el público mediante una acertada y manifiesta expresividad facial y corporal.
La niña actriz se nos deviene simpática, agradable y pícara. Al contrario del anterior personaje, donde debía mantener el sigilo y la inmunidad permanente,  Bertille expresa en esta oportunidad,  todos los estados anímicos con compostura palaciega. Sin rigor pétreo, alza el vuelo de la expresividad con sólo su candorosa presencia, y nos infunde un encantamiento maravilloso, que nos insta a conocer de cerca la realidad que sufren esas manadas de zorros salvajes.
Un logro no menor, si contamos que la chica tenía diez años cuando rodó esta singular película.

 

La actriz en la montaña, durante el rodaje de la obra ecologista.

El director Luc Jacquet, camina por los hermosos escenarios naturales del filme.

Director y actriz en las inmediaciones del rodaje.

Bertille en la actualidad, dedicada a los estudios.

Fotos Gentileza : Digital Art Guillaume Magnin - Cinemateca Francesa.

Para redondear la atractiva presencia de la niña, Luc Jacquet prodiga una fotografía espectacular, con animales actuando frente a cámara, encuadres estudiados en nidos y refugios salvajes, y una magnífica música, que eleva el éxtasis visual de su extraordinaria película.
La carrera de Bertille, que parecía prometedora, se frenó ahí, con el mundo fugitivo de los zorros salvajes.
Como otros niños actores de ocasión, privilegió sus estudios y su vida "normal" lejos de los "flashes" de las cámaras, del asedio periodístico y de las exigencias del mundo del espectáculo moderno. Nosotros sin embargo, nos contentamos con su grato recuerdo, en esta notable película para disfrutar en familia.

Alessandro Morace :
Ardiente Paciencia.




Con cero experiencia anterior en cine, llegó a los doce años de edad, con muchas ganas de prosperar en el medio, Alessandro Morace, un talento por descubrir del cine italiano actual.
Su frágil figura de estudiante desordenado, inquieto y melancólico, marcan a fuego lento, el drama familiar : "Libero" ( "Anchero Libero Va Bene" , 2006 ), del director Kim Rossi Stuart.
Interpreta al hijo menor de un padre ( el propio Rossi Stuart ), que debe mantener la armonía de una familia, marcada por la ausencia de una madre.
La situación del padre abandonado por su pareja y que debe lidiar sólo por mantener a sus hijos, marcan la historia de esta magnífica película realista.
Alessandro es  Tommaso "Tommi" Benetti, que en su escuela, intenta llenar sus ratos de ocio, practicando la natación , porque su padre quiere convertirlo en un campeón nacional del deporte acuático. 
El muchacho a regañadientes, se sumerge en la piscina, aunque en realidad le gusta el fútbol, pero como no intenta seguirle la contraria a su padre, le obedece y se muerde la lengua. 
Tommi es fiel a sus deseos, aunque establece gustos que están muy lejanos de los ideales de su viejo. Con un amigo, le encanta ejercer el voyerismo desde los tejados del edificio donde habita; también alardea de su irrestricta manera de obtener buenas notas en el "college", y se enfrenta en determinadas oportunidades, al rigor de un padre neurótico y exigente.
La llegada fortuita de la madre, gatillará un segundo quiebre en sus relaciones filiales. Aparecerá sin excusa, rogando que la acepten, y la confrontación emocional será irrefrenable. El niño, entonces, deberá asumir que las contrariedades de su familia, marcarán su vida. Aprenderá a llevar estas limitancias afectivas con fuerza y carácter, que le madurarán en su proceso hacia la adolescencia.
 

"Libero" ( "Anchero Libero Va Bene") : en los techos del departamento, divirtiéndose con un amigo. 



El encanto de espiar a los vecinos desde arriba.


Con su padre y su hermana, en uno de los momentos de máxima alegría.


Acompañando a papá, a cobrar trabajos que le adeudan.


La llegada de la madre perdida : el detonante de un nuevo conflicto.


Hijos del rigor, víctimas del quiebre matrimonial.


Entrenando natación, sin un incentivo real que le anime a practicarlo.


Niño actor de enorme potencial, Alessandro Morance tuvo una carrera breve y meteórica.
Fotos Gentileza : "Le Parisien" de Francia y "Stradeperdute" de Italia.

Hay en la mirada de Kim Rossi Stuart, un acertivo planteamiento crítico acerca de lo complejo que resultan las relaciones matrimoniales en el mundo actual, cuando son los hijos los que sufren las mayores consecuencias.
Alessandro Morace trabajó el papel con la naturalidad de sus cortos años, añadiéndole parte de su propia historia vital, al enfrentarse con acciones trágicas y situaciones de fuerte contenido emocional. 
Es un gran logro de este prodigio italiano, transmitir a través de sus acciones y de su mirada perdida, la situación inestable de su familia cinematográfica. Morace es un chico de extraordinaria capacidad deductiva. En un momento de la acción, cuando la madre irrumpe en escena, instuímos a través de su personaje, que este regreso será por corto tiempo.
Al instinto básico de superación personal, Alessandro une el tono sicológico pasando de una algarabía real a una emocionalidad fingida, que está muy bien contenida por la expresividad alardesca, que tendrá el padre cuando se descargue de su furia con el niño. 
Existe en todas estas escenas, una notable manera de direccionar las características que surgen en la verdadera instancia de separación matrimonial. Ver el rostro de Alessandro después de la resaca, es aceptar que la película, ha dado en el clavo con su enfoque visceral, acerca de esta problemática de candente actualidad.
Al margen, la carrera de Alessandro sólo continúo con un telefilme : "Il Figlio della luna" ( 2007 ), donde para sorpresa de los pesimistas, logró asumir con total realismo, la historia de un minusválido en silla de ruedas. 
Por ahora, Alessandro vive de sus recuerdos como prodigio del cine italiano, ya que se dedica a estudiar la secundaria en un colegio local.

Gleb Puskepalis :
El Viaje Perdido de un sueño moribundo.




Del cine ruso, que tímidamente se asoma por estos lados del mundo, nos llegó recién "Caminos a Koktebel" ( "Koktebel", 2003 ), dirigida por Boris Khlebrikov y Aleksey Popogrebskiy, que para nuestra agradable sorpresa, también se estrenó recientemente en las salas de cine argentinas.
La película es un "road movie", que entremezcla el relato nostálgico de una aventura perdida, con el drama de un padre, que desea restaurar el respeto por sí mismo, y recuperar la confianza de su hijo de once años.
La trama parte, después de la muerte de su esposa. Es un ingeniero aerodinámico desempleado que, ante su extrema situación económica, inicia un viaje con su retoño por carretera, a la casa de su hermana en Koktebel, una ciudad costera ubicada en Crimea, junto al Mar Negro.
La verdad, es que la película logra entusiasmar, porque se produce una fusión afectiva del espectador con el niño protagonista Gleb Puskepalis. Tremendamente candoroso, lejano, distante, pero emocionalmente certero, es a través de él, que conoceremos los avatares de este padre, que vaga por campos y poblados rusos, buscando las salidas que le permitan llegar a puerto con el chiquillo.
Gleb parece apático en un momento, para recomponerse después, cuando les den refugio en la casa de un viejo estafador, que necesita que le reparen el techo de la vivienda. 
Cada nueva experiencia vital en el proceso de ida, permitán al niño lucir su distanciamiento del padre y madurar su propia visión respecto a su devastada familia. Nada será igual, una vez que se acerque a la meta.

 
El paisaje semidevastado, metáfora de lo que le sucede a los personajes en su proceso interior de búsqueda.

La amistad perenne de la chica que fuma.

El encanto fugaz de la fotografía.

 
En Crimea, junto al Mar Negro, enfrentando un destino incierto.
 
"Caminos a Koktebel", es un itinerario físico y sicológico sobre las limitancias afectivas en un hogar marchito por la ausencia de la mujer. También una cercana metáfora, sobre el abandono de la infancia desde la realidad perenne de la vida familiar. 
Es, en este proceso de ajuste de cuentas con la vida adulta, que el personaje de Glen crece y se desarrolla. Siempre a medida que transcurra el viaje, el proceso de expurgación de las culpas paternales será legítimo. El  cambio de paisaje y clima hará el resto.
Cuando el padre encuentre en una enfermera, una nueva oportunidad de crecer emocionalmente, el chiquillo deberá optar por seguir a destino o quedarse donde está con su nueva familia.
A la incertidumbre de la aventura, los directores concientemente, agregan la desolación más aplastante de un paisaje emocional y físico marginal, otoñal, viejo, anacrónico, perdido en una agenda de revista turística antigua.
Gleb sabe diferenciar entre la soledad absoluta, que le permite reflexionar y el estar rodeado de gente y sentirse aplastado. 
En un momento de la acción, opta por salir a buscarle cigarrillos a su padre, para encontrarse con una amiga de paso, que le hará resurgir la ansiedad de ser protagonista de una fuga hacia la nada.
No es exagerado constatar que, la muerte del paisaje, a medida avanza el relato, parece ser la propia devastación de su familia. Al menos, en sus significados visuales interiores, la película acentúa con logrado poder de sugerencia, la triste desolación del niño, que huirá a Koktebel para asumir la definitiva orfandad de su encomiable aventura perdida.
Gran actuación de Gleb como actor infantil ruso, que después hizo sólo una película más : "Lovitor" ( 2005 ), otro drama con Evgeniya Dobrovolskaya y Oleg Koulayev, por estos lados, desconocida.

Jannik Lorenzen :
Abuso deshonesto.






Dentro de las temáticas que han abordado el cine infantil en los últimos años, se encuentra también el candente tema de la pedofilia y la violencia sexual al interior de la familia. "El Arte de llorar" ( "At Graede I Kor", 2006 ) del danés Peter Schonau Fog, se construye sobre la base de esta problemática, aunque su estilo va por otros derroteros, que asumen los desvíos sexuales como parte de una tragedia mayor.
La cinta excelentemente narrada y actuada, cuenta entre sus virtudes con una magnífica puesta en escena realista, que aprovecha  los paisajes naturales para remarcar la angustia, que acarrea una familia golpeada por la usurpación amorosa de un padre neurótico y malsano.
Toda la aparente dramaturgia melodramática de la historia ( y aquí esta lo novedoso ), se diluye por escenas escatológicas y divertidas, que hacen reír de buena gana. Así, escenas determinantes en la historia, como la muerte de la abuela víctima de ataque explosivo de felicidad, o aquella del funeral de un chico, donde el padre regordete y bajito, pronunciando un discurso terminará haciendo llorar hasta las piedras; asumen el tono irónico de la película y la catarsis que el tema necesita, para trascender en el espectador.
Extraña película, si se piensa que en su base interior, el tema es la pedofilia y la violencia sexual contra los propios hijos.
Sin duda, se tratan de una notable obra, que hay ver para valorizar en toda su aparente extensión.

 
Con su hermana, la estrecha relación es indestructible.



Acapara todos los espacios tratando de salvar una familia.
 

Con su regordete padre, intentando que no se desmorone durante un funeral.

 
Con una máscara, le provoca a su abuela un ataque de risa fatal.

 
La visita a la clínica donde está internada su hermana. Detalle de la perspectiva en el enfoque fotográfico.


La historia se nos cuenta a través del hijo menor de la familia, el anteojudo visco Allan, interpretado con contenida emoción, por el actor danés Jannik Lorenzen, en su única incursión en la pantalla grande.
El chico tiene la virtud de mirar a la cámara y emocionar con sólo una virtud : su presencia, aplastada por las circunstancias adversas, de ver sufrir a su hermana mayor cuando ésta, debe bajar a "consolar" sexualmente a su padre, después que éste, ha tenido uno de sus frecuentes ataques de angustia.
El niño asume la debilidad del padre - y aquí está una segunda sorpresa de la trama -, pues lo defiende con garras y uña, aún a instancias de perder toda compostura sicológica.
Cuando la hija cae en una ataque de histeria y debe internarse en una clínica para enfermos graves, Allan asumirá el puesto de la chica, en una escena fuerte y arrebatadora por su síntesis emocional. Bastan sólo unos encadenados y un fundido, para sugerir la corrupción de la inocencia infantil en su etapa adolescente.

 

El intimismo desolador del niño con el padre.
 

La tensa espera de la reacción paternalista.
 

El consuelo inevitable, que raya en la perversión más desoladora, que se haya visto en el cine.

Asumir los problemas familiares, para evitar los traumas eternos.

 
La vida continúa y siempre hay una salida para todos los problemas del hogar.


 Jannik Lorenzen no ha hecho ninguna carrera cinematográfica, pero se aseguró un lugar en nuestros corazones con su única actuación profesional. Porque vive a concho el personaje de Allan y lo transmite con certera profundidad. Además, sabe transmitir con su lastimada personalidad de niño astuto y queredón, todas las angustias de una familia dividida por la aptitud de  una padre enfermo y cobarde.
Difícil dejarlo fuera de esta lista de prodigios notables. Está en él, toda la fuerza profesional del actor con trayectoria. Y su anteojuda forma de mirar para enrostrarnos el lío en que está metida su familia, demuestra un dominio escénico de notable realismo. Es simplemente desgarrador como intérprete.
Realmente, "El Arte de llorar" es una película sorprendente y diferente, que asume lo que no se habla del tema, y lo logra con gran realismo y discreta ansiedad reveladora. Una obra notable en su conjunto.
No olviden de admirar el trabajo del veterano Jesper Asholt como el padre escrutador y violento, y el magnífico desempeño de Jannik Lorenzen, como ese hijo queredón, que salvará a su padre hasta de sus propios fantasmas.

Francesco Cusimano :
La Realidad Histórica 
Del Tema Aludido.





El Cine Italiano también ha dado muestras de alcanzar la supremacía del tema de la violencia con los niños, desde sus primeros tiempos con el neorrealismo, cuando las consecuencias eran producto de la guerra. Ahora, con el transcurso del tiempo, se da espacios para revisitar estas problemáticas humanas con altura de miras. 
"La Discesa Di Aclá A Floristella" ( 1992 ) del director Aurelio Grimaldi, convirtió el tema de la usurpación de la inocencia infantil, en una parábola que tiene mucho de moral y de recogimiento espiritual. Su película, muy difícil de conseguir por estos lados de América, mantiene la impronta de ser una crónica de denuncia social.
El relato ambientado en los años treinta del siglo XX, reconstruye la historia de una familia de extrema pobreza, cuyos varones se dedican a explotar una mina de azufre, en pésimas condiciones laborales. La historia parte, cuando el mayor de los niños - el magnífico actor infantil Francesco Cusimano, en su segunda y última actuación para el cine -, deberá asumir el puesto de "lazarillo" de un viejo minero, a costa de unas monedas para alimentar a su numerosa familia.
Esta situación da para todo, pues la vida en la mina, les obliga a permanecer semanas encerrados, respirando aires nauseabundos y asumiendo el encuentro fortuito con la prostitución masculina, la homosexualidad y la pederastía. 
Dentro de la mina, ocurre de todo : peleas entre mineros rivales, intercambios amorosos, violaciones encubiertas y maltrato a costa de sobrevivir. Pero "Aka" el personaje que interpreta Cusimano, un rubicundo italiano atractivo para la huestes homosexuales y pedófilas, intentará huír porque su sueño es conocer Australia y el mar. 
En la conciencia del niño que huye, se establece la capacidad onírica del infante de imaginarse frente al mar. 
Como en "Los 400 Golpes" ( sin congelamientos ), la fuga ocurre en la conciencia de un ser idealizado.
La lógica de esta película, está dada en la acumulación de viñetas, alusivas a la vida marginal que llevan estas familias alrededor de la mina. Pero Grimaldi va más allá. Al trasponer situaciones límites, adorna su relato con una estética neorrealista, que se prodiga en la belleza rural del paisaje; en la ternura salvaje de los niños, y en fin, en la compleja realidad histórica de un puñado de personas que habitan como animales de engorda. Sin piedad, sin Dios, ni ley.

 

El niño actor italiano, conmueve hasta las lágrimas en su rol de Aka.



La vida en la mina, es cruel y primitiva.


La pederastía es un riesgo para Aka, en su trabajo de joven minero.


Francesco Cusimano debutó en el cine, con "Demonia" ( 1990 ), una sangrienta película de horror , sobre un arqueólogo canadiense que por un accidente, deja libres los espíritus de cinco monjas fantasmas. Tremendo bluff.  Para proseguir con esta tremenda y dramática historia de la crónica periodística italiana.
Francesco no sólo es la imagen viva del niño fuerte y atlético, ideal para encarnar a un joven minero. Por su espontánea presencia, y en las condiciones mínimas de trabajo, semidesnudos, traspirando lo indecible, subyugado por la esperanza de huír del lugar, logramos interpretar el mensaje interior del relato, precaviendo que, sus imágenes contiene fuertes escenas y exacerbadas secuencias de crueldad  infantil. Tal vez, en su rigor, el personaje de Francesco Cusimano no ha hecho sino precaver, sobre un mal que ha estado en nuestras culturas desde tiempos antiguos. 
 La actuación del muchacho es casi instintiva. En las tomas iniciales cuando la voz en "off" nos presenta a la numerosa familia de Aka, la cámara se detiene para remarcar las condiciones infrahumanas en que vivió esa gente. Niños haciendo pipí frente a cámara, durmiendo en el suelo agrupados como corderos, y comiendo porquería, en una época donde los hacendados ajustaban sus cuentas gracias al trabajo de familias como las de Aka.
Francesco es un niño hermoso, que vive en una situación extrema, de la cual es muy difícil escapar.
Grimaldi acentúa la belleza de la figura del personaje, en sus escenas de desnudo dentro de la mina, esclavo a los detrimentos de su amo y señor.
En paños menores, el niño despierta los bajos instintos de los mineros pederastas, que en su constatación de una realidad, dejan constancia del analfabetismo y la desolación más cruel, que se ha visto en el cine de esos años.
Aka es un efebo indomable, que arremete con furia indignante cuando el abuso de poder, lo condiciona a castigos primitivos y seculares.
Hay una actuación impostada en ciertos tramos, que no ennoblecen la capacidad del discurso de la película, aunque sí la hacen un poco indigesta.
Cusimano a los golpes y amedrantamientos, grita, llora y se desvive. Ahí, la película desequilibra el encantamiento de la sutileza. Pasa del discurso histórico al drama peninsular, a la manera romana, como en la Opera. 
Las exageraciones estilísticas, sin embargo, no restan el interés por el tema. Cusimano se mueve bien en los terrenos abiertos. Aplica su figura odalisca a los designios de su tragedia fílmica.
Cuando huye, la policía le persigue por poblados y villas. Es una huída sin destino. Cusimano lo sabe. Aka se fusiona a Cusimano. Cusimano es Aka.
En un momento de escasa felicidad, el niño se imagina que ha llegado al océano. Error : sólo está a unos cuántos kilómetros de su villa. Perdido en sus propios devaneos aventureros, Cusimano logra transmitir toda la angustia de su personaje. 
Un niño extremadamente hermoso, cuya belleza no logra encauzarse en un mundo hostil, donde cualquier gesto o insinuación afectiva, es sometida a castigo privándole de su propia libertad.
Sin duda, se trata de una película para paladares exigentes, que reflota todo el carisma y la compostura algo marchita, de un niño marginal en una situación límite. Gran logro de Francesco Cusimano, como actor espontáneo y natural.


Topi Majaniemi :
Adiós Mamá, Bienvenida Amiga.






El cine finés ha dado muestras de un notable resurgimiento, por películas que hablan desde los hechos históricos de lo cotidiano, para crecer con el espectador en la constancia de sus temáticas universales.
El realizador Klaus Häro, ha trabajado con niños en dos ocasiones. Primero rodó "Elena "( 2002 , ver abajo )  y después hizo "Adiós Mamá" ( "Äi Deistä Parhaim", 2005 ), donde dejó el peso dramático de la acción, en el joven talento Topi Majaniemi.
La cinta reconstruye la historia de los niños fineses, exiliados por la guerra a tierras suecas, mientras habla de la ausencia maternal, la polaridad entre las dos culturas y la sabiduría del amor, que puede con todo aquello que nos embarga.
Topi interpreta a Eero Lahti, un chico de once años que, deberá aprender a vivir en el campo sueco, con el remordimiento de ser un estorbo para su madre ( Marjaana Maijala ).
En la experiencia que sufrirá, al ser rescatado por una mujer que ha perdido a su hijo ( María Lundqvist),  Eero deberá madurar la significación real de los sentimientos, y en un momento, decidir - sin poder hacerlo realmente- , donde está su verdadero corazón : con su madre original o su madre adoptiva.
Topi Majaniemi no sólo tiene un carisma expresivo. A través de su corporalidad, logra transmitir su desaliento, o su esperanza.
Hay en todo el trabajo que efectúo Häro con el niño, el deseo de plasmar con la mayor fidelidad posible, lo que le ocurre a un emigrante, que llega de la noche a la mañana a un mundo que les es desconocido.
La relación con la "madre de acogida", irá creciendo en la medida se plasme en ellos, el deseo de superarse, y eso está totalmente logrado al nivel de las actuaciones.

 
En la escuela durante la merienda del recreo.
 

Con su madre adoptiva en Suecia, recibiendo las cartas de su verdadera progenitora.

 
Con su padre de acogida, estrechando lazos afectivos frente al mar.


Dentro del auto, siguiendo un destino incierto en un país extraño.
 
La sorpresa del regalo en el picnic familiar.

Topi y el director Klaus Häro, en una premiére de la película.

Foto Gentileza : Film Institut Nederthal - Archivo.

Topi es genial cuando demuestra la gracia de su positivismo, sobretodo con el esposo de su madre adoptiva ( Michel Nyqvist de la trilogía "Millenium"). Pero también sabe ser cruel y autosuficiente, sobretodo cuando se atormenta con la idea de perder a esta nueva madre.
Todo en él, es desigual. Un abrazo puede ser motivo de gozo. Un escapada a ver el mar, puede ser un berrinche. Un silencio en la intimidad de su pieza, puede significar una oportunidad de atisbar los mensajes escritos de las cartas, que manda su madre a la mujer que le refugia.
Topi está estupendo, porque con pocos momentos de exaltación, logra mancillar un rol a su medida. Nada falta, nada sobra.
Quizás, la única salvedad está hacia el final, que somete al espectador a una realidad impostada, atiborrada de nostalgias y angustias forzadas.
Sólo la alegría de haber estado allí, con la que fue su madre de corazón, devolverá a Eero a la luz, después de escrutar en el presente a su anciana progenitora, lo que ésta no hizo cuando era un niño.
"Adiós Mamá" es una película que, nos transmite una lección de vida con acertada intención. Valedero al trabajo interpretativo de Topi Majaniemi, que está siempre estupendo, en su rol de muchacho que busca el aprecio y el cariño maternal. 

Natalie Minnevik :
Conquistando un mundo mejor. 

 
Como ya lo señalamos anteriormente, el director finés Klaus Häro ha trabajado en dos ocasiones con niños. La primera vez, fue para rodar esa prodigiosa historia de paisajes suecos :  "Elina" ( 2002 ), donde destaca la actuación de la niña Natalie Minnevik.
La película es una gozada para profesores y alumnos, porque habla, desde la perspectiva del tiempo, de las enormes contrariedades del sistema escolar.
En efecto, la historia de Elina una niña de once años, que recién viene saliendo de un cuadro de tuberculosis y que todavía no asume la muerte de su padre, está centralizada en la lucha que mantendrá, por ser respetada y considerada en una escuela rural, que acoje emigrantes finlandeses en tierras suecas. Pugna que tendrá como colofón, el enfrentamiento con Tora Holm, una profesora sueca ( Bibi Andersson, otrora musa del cine de Ingmar Bergman ), que le marginará, porque no se deja dominar por sus egoístas propósitos educativos.
La llegada de un joven maestro ( Henrik Rafelson ), le permitirá reforzar sus derechos, aunque pierda almuerzos y amistades.
La cinta premiada en varios festivales internacionales, recompone en cerca de ochenta minutos de proyección, la idea que la educación depende del carácter y compromiso de los docentes. Y su practicidad progresista, se insiste, tiene mucho que ver con el genio y la preparación acertiva de los profesores.
También como en todo el cine de Häro, hay una fuerte componente sociocultural que muestra las diferencias entre la comunidad finlandesa y sueca.
Además, está la notable presencia de la prodigio Natalie Minnevik, porque la película gira en torno a ella.


Los paseos con la madre y su hermana mayor se disfrutan realmente.

La familia de Elina, marcada por la ausencia del padre.

 
Serena y desprejuiciada, Elina luchará por sus derechos escolares.

 
Con el director Klaus Häro, durante el rodaje.


Jugando con tierra, con su hermana menor en la película, la actriz Tind Soneby.



Elina es una niña indomable, muy intuitiva, pero llena de sentimientos nobles y propósitos edificantes. Capaz de desentenderse de las tensiones de su hogar, recibiendo el cariño de su abnegada madre ( Marjaana Maijala ) y las travesuras cómplices de su simpática hermanita ( Tind Soneby ).
A su modo, como la acción transcurre en los años cincuenta del siglo pasado, se acentúa en su personalidad, la irrupción de la rebeldía occidental traducida en la admiración por la música rock en inglés, en el coleccionismo de revistas de cine hollywoodenses, en la moralina transparente de la chica respecto a la muerte, la desolación, la familia, la escuela, el futuro.
Hay en la actuación de Natalie, una refrescante simbiosis entre la espontaneidad accidental y la corrección académica. La niña enfrenta las cámaras, con seguridad, y sabe transmitir los desconciertos de una personalidad disminuída, por la mentalidad conservadora de una educación a la antigua.
Todo en Elina es riesgoso, pero ella le hace la pelea a costa de perder la libertad.
Su denostada voluntad, su desconsuelo creyendo hablar con su extinto padre, sus fugas a los pantanales, sus retraimientos progresivos en la escuela, y sus escarceos simpáticos y divertidos con la figura de un profesor, que podría ser su padre, remarcan los aspectos más singulares de su personalidad.
Natalie está estupenda en este rol, porque transmite toda la energía renovada de la juventud, con ansias de desplegar sus alas. 
Siempre transparente, luminosa y agradable, su personalidad emociona con los argumentos de un drama costumbrista infantil, hecho con oficio y talento narrativo.
Insistimos, Natalie está perfecta en su papel. Insustituible como Elina, la chica que doblegó los conceptos tradicionales de la escuela por los valores del respeto cultural y social.
Se trata de una gran película, que resalta la belleza del paisaje natural y las magníficas actuaciones de intérpretes, que trascienden con su trabajo, los contornos del drama familiar, para universalizar una mirada distinta de la educación infantil.

Actores Clásicos.

Elizabeth Taylor :
La Cadena Infinita de una Actriz.




Difícil desentenderse de la imagen siempre publicitada de Elizabeth Taylor ( 1932-2011), la última gran estrella que produjo Hollywood bajo el alero del sistema de estudios norteamericanos. Porque bajo su ícono, se construyeron muchas historias no siempre exactas de su vida privada; que llenaron las revistas de chismografía con particular acento, sobretodo cuando vivió dos matrimonios ideales con el apuesto Richard Burton.
La verdad es que, Liz nació para respirar dentro del brillo y el oropel que la magia del cine le había creado, para mantener en el conciente colectivo, su prodigiosa figura de niñita despierta, con la particularidad de poseer esos lindos ojos color violeta, únicos en el mundo, según la publicidad.
Al borde del éxtasis más idealizado, Liz llenó todas las capas superiores de sus propias limitancias familiares, sin duda, proclive a contestar a las fuertes pugnas que le construían cuando adulta, respecto a sus excesos y tribulaciones amorosas. Para nosotros, Liz fue un regalo para la vista, un accidente feliz que alimentó nuestras fantasías infantiles más cercanas a la vida del pueblecito montañés que aparece en Lassie.


En "La Cadena Infinita" : era la consentida de su tío, pero además cobijaba a Lassie.


En "Las Rocas Blancas de Dover", disfrutando del columpio.


Con Mickey Rooney y "Butch" Jenkins en "National Velvet".


Con Roddy McDowell los unió una larga amistad.


En "National Velvet" interpretó a una niña que ganó el Derby.



Con Lassie, una mascota de ocasión. Ambas estrellas disfrutaron de la fama y los dólares.


Niña prodigio a partir de 1942, deslumbró a los productores desde sus primeros pinitos en el mundo de las películas familiares.
Aunque inglesa de nacimiento, sus padres - un anticuario y una actriz - detectaron el potencial de la niña y por eso decidieron trasladarse a California, donde fue descubierta por un cazador de talentos. En verdad, Liz era lindísima, y tenía el don de hacer creíble una presencia amable y hermosa propia del Edén cinematográfico, pero destinada a potenciar el positivismo, en momentos en que el mundo estaba en guerra.
Debutó en una comedia familiar de muy bajo presupuesto : "There"s one born every minute" ( 1942 ), que pasó sin pena ni gloria. Después integró el "casting" de:  "La Cadena Infinita" ( "Lassie Come Home", 1942 ), una película destinada a lucir la destreza e inteligencia de la perra Lassie, que acentuaba la relación afectiva entre un niño interpretado por Roddy McDowall, y la collie, en medio de paisajes maravillosos y una historia "ad hoc" hecha para el deleite familiar. Recuerden que McDowall con los años se convertiría en Octavio en " Cleopatra" y sería uno de sus amigos más íntimos.
Prestada a la 20 th Century Fox, Liz fue la amiguita de la infancia de Peggy Ann Gardner, en el drama clásico "Jane Eyre" ( 1944 ). Su presencia es medio estéril pero ayuda a adornar la conjunción dramática, pues Liz muere en el transcurso del relato.
De regreso a su casa productora, la MGM, vuelve a emparejarse con McDowall  en la endulcorada "Las Rocas Blancas de Dover" ( "The White Cliffts of Dover", 1944) dirigida por Clarence Brown. Sucesivamente Brown, la vuelve a tener a su amparo y supervisión en el clásico "National Velvet" ( 1944 ), una magnífica historia de esfuerzo y coraje infantil, a propósito de los esfuerzos de Liz por llegar a correr el "Derby National" con su caballo perfecto.
Compartiendo escenas inolvidables con Mickey Rooney y "Butch"Jenkins, Liz está estupenda montando a caballo, aunque como anécdota, se cuenta que aquí se cayó de él y se rompió una cadera, mal que la persiguió durante toda la vida.
Después volvió a interpretar una historia de la collie amiga, en : "El coraje de Lassie" ( "Courage of Lassie", 1946 ), donde pasó a estelar y un poco más : era la niña que acoje la perra nauseabunda de caer en medio de la debacle bélica.

"Mujercitas" : Liz teñida de rubio como "Amy".
 

"Mujercitas" : Una "lobby- card" de la película.
 

"Un lugar en el sol" : la consagración de su fotogenia.

 
"Gigante" : durante un descanso de la filmación, con su amigo James Dean.
 
Prestada a la Warner integró el elenco de la taquillera : "Vivir con Papá" ( "Life with Father",  1947 ), una comedia familiar con William Powell y la inolvidable Irene Dunne, que se desarrollaba a principios del siglo XX, para gloria de los estupendos vestidos que lució la niña durante la película.
Su paso a la adolescencia marcó "Cynthia" ( 1947 ), donde sufre todas las tribulaciones del amor joven , pero se da tiempo para ser agradable, simpática y feliz.
De nuevo en MGM, se metió en una comedia musical "A date with Judy" ( 1948 ) para mayor gloria de Jane Powell. Liz aparece espectacular fotografiada por primera vez en "technicolor", atontando a un jovencísmo Robert Stack que luce  atlético y sagaz.  Como siempre Liz estaba destinada a romper todos los corazones del mundo. Incluyendo el de Stack, que no se contiene en demostrar su galanura con la chica de sus sueños.
Arquetipo de la adolescente listilla, algo glacial, pero muy emotiva, resurge en "Julia se porta mal" ( "Julia Misbehaves", 1948 ), comedia amena y refrescante con la siempre encantadora Greer Garson.
Después llegó su consagración juvenil con la adaptación de "Mujercitas" ( "Little Women", 1949 ). Ella interpretaba a Amy, y aparecía con bucles teñida de rubio. Su papel integraba muchas de los rasgos más característicos de su personalidad. Muchacha orgullosa, de carácter fuerte y altanera, de buen corazón pero un poco cursi y prejuiciosa, lograba conquistar a Peter Lawford, aunque no dejaba de incomodarse con aspectos de la vida mundana.
Fue su último papel de niña prodigio. Después vinieron sus roles más fuertes, siempre volcánicos, y que exaltaban su notable belleza.
Como olvidarla en "Un lugar en el sol" ( "A place in the Sun", 1951 ), al lado del apuesto Montgomery Clift. El realizador George Stevens, descubrió con el "close up", toda su hermosura serena y endiosada hasta la saciedad.
Recuerden aquella escena de Clift, esperando ser atendido en una sala de billar. Ella, llegando a verle. El coqueteo de las miradas, la esfinge de la actriz acentuada por una cámara que, la estudia en su espléndido equilibrio estético.
Preciosa como una diosa del Olimpo.
Stevens la volvió a dirigir en la colosalista : "Gigante" ( "Giant", 1956 ), compartiendo escena con Rock Hudson y James Dean, con la historia de unos rancheros metidos a petroleros en Texas. Sutilmente, Liz estaba maravillosa luciendo "blue jeans" ajustados y sombrero de cowboy.


"Ivanhoe" : preciosísima aparece con Joan Fontaine.



"El padre de la novia" : lo acercó a trabajar con Spencer Tracy a quien admiraba muchísimo.



En la película, se lució con este modelito de novia soñada.


"La Ultima vez que vi París" : con un joven Roger Moore.


"De repente, el último verano" : junto a Katharine Hepburn.


"La Gata sobre el Tejado Caliente" : le permitió aparecer muy sensual y atractiva.



"El Arbol de la Vida" : Liz imitando a "Scarlet O"Hara", sin el fenómeno de la novedad.



"Cleopatra" : Elizabeth en el rol que selló su mitología, junto a su marido Richard Burton.


De toda su etapa adulta, siempre rescato los títulos más señeros que la dimensionaron en su real belleza, pero también la mostraron en su esplendor histriónico.
Aventuras de capa y espada como "Ivanhoe" ( 1952 ), donde estaba algo insípida pero celestialmente atractiva;  comedias familiares como "El padre de la novia" ( "Father of the bride", 1950)  , y su secuela "El padre es abuelo ("Father "s Little Divided",1951 ), dando vida a la hija de Spencer Tracy antes y después de casarse, a tono con el costumbrismo de la "american way of life"; melodramas románticos en el estilo de :  "La última vez que ví París" ( "The Last Time I Saw Paris",1954), donde aparecía radiante haciendo pareja con un anodino Van Johnson; "El Arbol de la Vida" ( "Raintree County", 1957 ), un intento por reflotar fallidamente el fenómeno de "Lo que el viento se llevó", donde salía luciendo unos trajes de época esplendorosos;  "La gata sobre el tejado caliente" ( "Cat On a Hot Tin Roof", 1958 ), su primer gran rol de mujer amedrentada por un esposo, Paul Newman, que sufre de impotencia sexual y otros berrinches ; "De repente, el último verano" ( "Suddenly Last Summer", 1959 ), donde se acomoda a los clichés del melodrama sicológico, acompañando a unos inolvidables Katharine Hepburn y Montgomery Clift ; "Castillos en la Arena" ( "The Sandpipper", 1965 ), encarnando toda la onda libertaria del hippismo como madre soltera y pintora, que obliga a cambiarse de rectoría a un maduro sacerdote, interpretado por Richard Burton  ; ¿ Quién le teme a Virginia Wollf ? (  Who"s Affraid of Virginia Woolf ?, 1966 ), la demasiada teatral pero volcánica destrucción de una pareja madura, donde volvió a reunirse con su marido en la vida real, Richard Burton;  "Reflejos de un ojo dorado" ( "Reflections in a Golden Eye", 1967 ), la potente historia al interior de una familia castrense, que no deja títere con cabeza, al revelar las oportunistas y apasionadas excursiones homosexuales de un esposo violento y neurótico, encarnado por Marlon Brando ; y por supuesto, recreaciones históricas en la onda de "Cleopatra" ( 1963 ), cuya imagen la inmortalizó como Diosa del Olimpo Hollywoodense.
Liz como niña prodigio, canalizó la idea de que la belleza más inalcanzable, podía reencarnarse en una pequeña adolescente a la altura de tus pies. O sea, el amor platónico de la infancia, podía estar a la vuelta de la esquina.
Ella fue la última de los grandes artistas, que nutrió el "star system", en una época donde se necesitaba la recreación fantástica y el brillo impostado de las vesuterías de palacios y mundos de cuentos inolvidables.


Brandon De Wilde :
Amigo entrañable de "Shane".






De todos los niños prodigios surgidos en los años cincuenta dentro de la industria del cine norteamericano, siempre salvo de la quema, el nombre de Brandon De Wilde ( 1942 - 1972 ). No era el típico niñito ripipí de tantas jornadas peliculeras, ni siquiera el comodín más cursi de aventuras pasajeras. No, Brandon era un verdadero actor consumado.
Salido de Broadway, después de integrar el "casting" de la obra : "The Member of the Wedding", con nueve años de edad, se convirtió en el primer niño actor en ganar el Premio Donaldson.
Su debut no podía ser más auspicioso. El director Fred Zinnemann, al trasladar la obra de teatro al cine, le dió a Wilde la garantía de dominar sus recursos expresivos, alterando las exageraciones de las tablas por la solidez de la emoción frente a las cámaras.
El niño estaba a sus anchas con este papel. De igual a igual con Ethel Walters que interpreta una canción para demoler piedras y Julie Harris en sus inicios fílmicos. Incluso las fotografías que se guardan en Nueva York del estreno de la obra, lo muestran al chico simpatiquísimo, agradable y delicioso. Para arrullarlo entre los brazos, como lo hacen sus compañeras de trabajo.
Su consagración definitiva llegará con : "Shane" ( 1953 ), un western crepuscular, donde interpreta al pequeño Joey Starret, que admira a Alan Ladd, un pistolero desconocido que llega a su casa en busca de trabajo.
Brandon De Wilde está grandioso. En una escena coloquial cuando se sienta a la mesa con la imagen de Ladd al frente, el niño demuestra tal admiración, que se cohíbe por ese extraño sentimiento de cariño. Consulta a su madre ( Jane Arthur ), cuando se va a dormir, mientras nosotros nos quedamos contemplando a Ladd, sonriendo agradado por el gesto del chico.
En otra escena, Brandon no para de aceptar la idea de imitar a su ídolo.  Bronco como potrillo salvaje, con una pistola de madera, intenta adaptar su carácter al del hombre que admira.
Aún doblegando los esfuerzos de su padre ( Van Heflin ), quien intenta evitar el dominio de los bandidos liderados por un pistolero regañón, vestido de negro ( Jack Palance ), el niño no cesará de admirar al visitante afuerino.
De Wilde administra bien los tiempos narrativos, en razón de una presencia siempre notable.
No es extraño que, el director George Stevens le haya dejado cerrar la historia, con esa antológica secuencia del niño corriendo tras su ídolo, después que éste ha cumplido su misión. Brandon acelera gritando el nombre de "Shane", entre colinas lejanas. Su voz de niñito elocuente, retumba después del "The End" acostumbrado. Se transforma así, en un ícono infantil del western, género al que volverá casi siempre a lo largo de su trayectoria.



"The member of the wedding" : en el set haciendo payasadas.


En la película de la obra teatral que lo dió a conocer, disfrazado de ángel.

 
Totalmente extrovertido y simpático en su debut cinematográfico.
 


Portada revista teatral, presentación de una obra.



En su hogar, jugando con su padre.

"Shane" : tal como aparece, con su perro mascota.

 
"Noche Trágica" : de campera y pañuelo al cuello, logró destacar en el western.

 
"Good-bye my lady" : De Wilde ponía todo su esfuerzo, por amor a un perro.


Con Elaine Stewart en "Noche Trágica".

 
"The Missouri Traveler" : como niño granjero.


Con Frank Cady, Lee Marvin, Gary Merrill y Paul Ford en "The Missouri Traveler".


Por esos años, Brandon también alternó su trabajo cinematográfico, con colaboraciones especiales para la televisión, apareciendo en sendos programas y series populares como : "Disneylandia" , "Hawaii 5-0", El Virginiano", "Ironside" y "Galería Nocturna".
Su siguiente producción para el cine fue :"Noche Trágica" ( exhibida también como "La Ultima Bala" / "Night Passage", 1957 ), un western con James Stewart y Audie Murphy. 
De Wilde era el chicuelo que se acomoda al tren, siguiendo la melodías en acordeón de Stewart, intentando revertir sin lograrlo, las desaveniencias clásicas entre éste y su hermano menor ( Murphy, dejando atrás su pasado heroico por un presente de villano impostado ).
Después, trabajó en un filme menor, de agradable ambiente familiar : "Good-bye, My Lady" ( 1956 ) dirigido por William Wellman, con Walter Brennan, Phil Harris y Sidney Poitier. Un drama rural sobre un viejo, un niño y un perro, en los bucólicos parajes de Georgia.
De Wilde estaba otra vez en su salsa, luciendo ajustados "blue jeans", asumiendo la libertad de vivir en el campo y apartando todo obstáculo, para emancipar el carácter de un perro demasiado cariñoso y rebelde.
"The Missouri Traveler" ( 1958 ), otro western moldeado para su arquetipo de joven voluble y travieso, le acomodó los fastos al lado de Lee Marvin, Gary Merrill, y Paul Ford.



"Blue Denim" : con Carol Lynley.
 

"Blue Denim" : con Warren Berlinger, en un drama contemporáneo que hablaba del aborto.
 

"A cada cual su propio infierno" : con Karl Malden, Angela Lansbury y Eva Marie Saint.

 
"Hud, el indomable" : montando a caballo como un experto.



Sin embargo, con : "Blue Denim" ( 1959 ), dió un salto cualitativo en las líneas de acción de su carrera.  Se trata de un drama contemporáneo, dirigido por el refutado guionista de John Ford, Philip Dunne , acerca de dos jóvenes enfrentados al embarazo adolescente y al aborto.
Carol Lynley es su pareja de turno y la chica deberá luchar por evitar perder al bebé, mientras De Wilde ablanda el camino de sus estrictos padres, interpretados por MacDonald Carey y Marsha Hunt.
La película fue una de las primeras, en tratar el tema del embarazo adolescente y se revela hoy, como la plasmación de una época, donde casos como éstos, eran tremendamente polémicos e inadmisibles.
Definitivamente, De Wilde también estaba hecho para interpretar melodramas de contexto actual.
Vino su etapa de mayor madurez interpretativa.
En "A cada cual su propio infierno  ( "All Fall Down", 1962 ), de John Frankenheimer, encarnaba al hermano menor de Warren Beatty, un "outsider" egocéntrico y narcisista, en el dilema de vivir con desajuste a las reglas establecidas en un pueblo estricto y conservador.
"Hud, el indomable" ( " Hud", 1963 ) de Martin Ritt, una joya del minimalismo, que se desarrolla en el viejo rancho de un cowboy ( el magnífico Melvyn Douglas ), donde De Wilde interpreta al hermano menor ( otra vez ) de Paul Newman, otro "rebelde sin causa", rompecorazones, alcohólico y farrero. De Wilde tiene varios momentos notables en la película. Uno sólo demuestra su soltura en el oficio. Cuando debe defender a Patricia Neal de la obsecada ansiedad de su hermano mayor, por acostarse con ella. Pasa del concepto más alegre de niño mimado, al de protector audaz y valiente.
Más tarde, De Wilde se integró a los fastos bélicos de una superproducción : "In Harm"s Way" ( 1965 ) ; un breve cameo en la muy "B" de terror "The Trip" ( 1967 ) de Roger Corman; y un western en las postrimerías del género, "The Deserter" ( 1971 ), con el olvidado Bekim Fehmiu. 
Su última película fue : "Wild in the Sky" ( 1972 ), una comedia no muy lograda con Kennan Wynn, que pasó desapercibida.



Un prodigio de tremendo talento y carisma.


Fotos Gentileza : Remebering Brando. Homenaje a 70 años de su nacimiento;
 Archivo -  Broadway Theatre , New York, USA.


Para tristeza de toda una época de "fans" y parafernalia publicitaria, Brando De Wilde, el otrora amigo de "Shane", falleció violentamente, tras sufrir un accidente carretero mientras conducía su motocicleta, en Julio de 1972.
Como pasa siempre en estos casos, la pérdida fue irreparable. Si bien se frustró una carrera, la vida de De Wilde no fue en vano para el mundo del arte interpretativo.  Nosotros siempre le recordaremos por esa secuencia final del clásico "Shane",  corriendo detrás de su amigo entrañable.
Hay poesía en esta escena, pero también una melancólica cándidez, que trasunta los tiempos y pervive entre las imágenes icónicas que nos ha legado el arte  cinematográfico.



Afiche de la película, del niño prodigio italiano Alessandro Morace.

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